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Escuela del jinete

El Trabajo a la Cuerda: ¿Cómo darle cuerda a un caballo?

El trabajo a la cuerda se refiere a una serie de ejercicios circulares que realiza el caballo, controlado por un domador a través de una cuerda y desde el piso.

Estos ejercicios pueden realizarse con caballos jóvenes o adultos, por lo tanto son de mucha ayuda durante toda la doma.

Para que el caballo se vea beneficiado del trabajo a la cuerda, el domador debe tener experiencia, conocimientos y habilidad, caso contrario el caballo se puede estropear.

A continuación vamos a detallar los objetivos, los usos y la técnica para realizar este trabajo.

¿Para qué sirve darle cuerda a un caballo?

Los principales objetivos de este trabajo son: mejorar la soltura, el ritmo, la flexibilidad, la condición física, la obediencia y el deseo de ir hacia adelante.

Los ejercicios a la cuerda se usan en:

Instalaciones y equipo para dar cuerda

Trabajo a la cuerda en pista redonta

La mayoría de ejercicios a la cuerda puede realizarse en una área aproximada de 18×18 mts. El suelo debe ser suave y regular para que no se produzcan rigideces especialmente en el dorso. Es preferible pero no indispensable que el área está delimitada en un círculo. Esto ayudará al control de la huída del caballo y por lo tanto evitará tirones con la cuerda. Mejor si es cerrada para disminuir las distracciones del caballo.

El equipo necesario es el siguiente:

Equipo Básico

Equipo Complementario

¿Cómo dar cuerda a un caballo correctamente?: La técnica

Dar cuerda es uno de los primeros ejercicios que el potro o caballo joven realiza con el hombre. Además nunca ha dado vueltas en círculo y es difícil para él entender lo que se le pide. Es entonces muy importante que el domador actúe con mucha sabiduría y paciencia para hacer que estos primeros ejercicios sean agradables y no traumatizantes para el caballo.

Las primeras lecciones conviene realizarlas con un ayudante. En lo posterior el domador podrá trabajar solo.

Es mejor si el domador lleva guantes para que no se “queme” las manos si el potro llegara a dar un tirón. No está por demás recomendar que el domador no debe llevar espuelas, es obvio suponer que puede tener un tropezón y con ello un buen percance.

Iniciamos colocando al caballo el cabezón y los protectores en las cuatro extremidades. Colocamos el mosquetón de la cuerda al anillo central del cabezón y llevamos al caballo al centro de la pista.

Inicio del trabajo a la cuerda

Trabajo a la cuerda con ayudante

El domador toma la cuerda y se queda en el centro de la pista. El ayudante toma el mismo ramal y lleva al caballo hacia el extremo de la pista y pasea al caballo una o dos vueltas por el círculo exterior para que el caballo se vaya acostumbrando al ejercicio circular. Luego suelta lentamente la cuerda y comienza a alejarse del caballo estimulando con la tralla (sin tocar) para que el caballo prosiga por la pista exterior. El ayudante se ubica junto al domador y sigue estimulando con la tralla dirigiéndola hacia la grupa del caballo. Si el caballo cierra el círculo la tralla se dirige hacia las espaldas del caballo para mantenerlo sobre la pista exterior.

Entonces el trabajo es en conjunto. El domador actuará con la cuerda y la voz, y el ayudante actuará con la tralla.

El tono de la voz es muy importante en este nuevo lenguaje entre domador y caballo. Sonidos fuertes y rápidos serán para las transiciones crecientes y sonidos suaves y lentos para las transiciones decrecientes. Por ejemplo:

  • Transiciones crecientes: “paso”, “trot”, “galop” 
  • Transiciones decrecientes: “hooo”, “paaaso”, “trooote”, galooope”

(Para los sonidos “fuertes” no hace falta gritar, el caballo es un animal muy sensible al oído).

Luego de dos o tres sesiones de trabajo ya no necesitaremos del ayudante y pasaremos a trabajar solos con el caballo.

Ubicación del domador

El domador debe estar paralelo al dorso del caballo, ni muy detrás para no tirar excesivamente de la cuerda, con lo cual el caballo abriría su grupa, ni muy delante de las espaldas con lo cual cortaría el impulso del caballo.

La cuerda debe estar tensa llevando un contacto ligero, mientras que la tralla apunta a la grupa formando una “V” con la cuerda.

La tralla representa las piernas del jinete y su función principal es mantener los posteriores del caballo activos.

Al principio el domador puede moverse haciendo un círculo pequeño. Cuando el caballo ya comprenda el ejercicio, el domador puede quedarse en el centro del círculo girando sobre un pie.

Cuando el caballo sepa hacer paso, trote, galope y parada de forma relajada y con ganas de ir hacia adelante, pasaremos al siguiente punto que es la utilización de las riendas auxiliares.

Darle cuerda a un caballo, con riendas de atar

Trabajo a la cuerda con riendas de atar

Para complementar el trabajo a la cuerda se usan las riendas de atar. Estas riendas auxiliares sirven principalmente para que el caballo entre contacto con el filete y baje su nuca. Su uso es muy delicado porque mal colocadas o excesivamente tensas pueden ocasionar resistencias en el potro, levantando la cabeza y hundiendo el dorso (contra la mano) o encapotándose (detrás de la mano).

Mi consejo es utilizarlas por corto tiempo, solo hasta que el caballo se familiarice con el filete.

El ajuste de las riendas de atar debe ser tal que se tensen cuando el caballo se encuentre parado y la cara esté en una posición natural. Lo que quiere decir que solo servirán de “tope” cuando el caballo esté en trabajo y quiera levantar la cabeza demasiado. El caballo irá colocándose correctamente, no por forzar su cabeza en una posición determinada, sino cuando mejore su equilibrio en el transcurso de la doma.

La sesión de trabajo debe empezar y terminar sin riendas de atar. Conviene también retirar las riendas de atar para las primeras lecciones a galope.

Se debe dar cuerda a un caballo por igual a ambas manos y el tiempo de una sesión no debe ser muy extenso. Podrá ir progresivamente aumentándose de cinco a diez minutos a cada mano, hasta sesiones de diez a quince minutos a cada mano.

Cabe mencionar que existen otras riendas auxiliares como el Chambón, el Gogue y el arnés Pessoa con los cuales se puede trabajar a la cuerda.

Dar cuerda sobre barras y obstáculos

Para cualquier disciplina ecuestre es muy útil realizar ejercicios a la cuerda sobre barras y saltos pequeños (40-60 cm). Esto ayuda a dar variedad para que el trabajo no sea monótono, pero principalmente estimula al caballo a bajar la cabeza, redondear el dorso y flexionar las articulaciones. En este caso no se debe utilizar las riendas de atar.

Referencias bibliográficas:

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