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Escuela del jinete

Francois Baucher: “Manos sin piernas y piernas sin manos”

Hace dos siglos Francois Baucher pronunció la frase: “Manos sin piernas y piernas sin manos”.

Vamos a analizar esta frase y de qué manera es aplicable en la doma de nuestros caballos. 

Manos sin piernas y piernas sin manos

Está claro que Francois Baucher realiza este enunciado con la idea de resaltar la no interferencia de las ayudas de retención frente a las ayudas de impulsión.

Ahora bien, en su obra completa, él no propone que las ayudas de retención desaparezcan cuando las ayudas de impulsión actúen o viceversa.

Es así que, “manos sin piernas y piernas sin manos” resulta una frase extrema. En el contexto total de la obra de Baucher lo que deberíamos entender es que: cuando una ayuda actúa, la otra debe ser la mínima indispensable.

Vamos a explicarlo con un ejemplo:

  1. En la parada, pedimos con nuestras manos la cesión de nuca con la cara en la vertical y nos quedamos en un suave contacto con la boca del caballo.
  2. Con nuestras piernas y asiento damos el impulso necesario para que salga hacia adelante, digamos a un aire de paso.
  3. Cuando el caballo avanza, nuestras manos no ceden por completo, mantienen un suave contacto pero sin interferir con el movimiento.
  4. El caballo encontrará en ese contacto de manos un límite a respetar que se suavizará por si solo cuando el caballo lo acepte.

Esto es lo que en equitación se llama la impulsión controlada hacia adelante y es la base de todo trabajo futuro.

Para que esto funcione existe una condición básica y es que el caballo esté educado (domado). No podemos esperar que acepte nuestro leve contacto de manos si no ha sido primero enseñado a estar relajado y flexionar la nuca a la mínima petición de nuestras dedos.

Por otro lado, cuando ejecutamos un movimiento decreciente, nuestras manos actuarán con mayor firmeza pero nuestras piernas no desaparecerán sino se mantendrán así mismo con un suave contacto, en este caso, de piernas.

Debemos aclarar que esta actitud de ayudas simultáneas funciona principalmente para caballos en fases intermedias o superiores. En potros, en su fase de inicio, las ayudas serán más independientes . Aquí sí, la ayuda contraria prácticamente desaparece. Esto supone un riesgo adicional para el jinete/amazona. Riesgo que deberá ser minimizado con la enseñanza de las ayudas de retención (incluida la voz) durante el aire de paso.

Sensibilidad o tacto ecuestre

nivel de doma avanzado

Sabemos que nuestras ayudas de manos y piernas deben actuar en forma independiente y complementaria, sin embargo surgen algunas preguntas:

  • ¿En qué porcentaje debemos aplicar cada ayuda para no confundir al caballo?
  • ¿Cuál es el momento preciso para ejecutarlas?
  • ¿Cuál es la combinación correcta?

La intensidad de las ayudas puede variar de forma tan sutil que difícilmente las vamos a encontrar en un texto. Frente a esto debemos desarrollar nuestra sensibilidad, y eso se logra con mucha práctica.

Un profesor puede ser de mucha ayuda, no obstante el principal “maestro” será nuestro caballo. Las reacciones que este realice nos dirán si vamos bien o no. Por esta y algunas razones más, si soy un jinete/amazona novel tendré que trabajar con un caballo “hecho” y si mi experiencia y tacto ecuestre son avanzadas podré entonces buscar un potro para domarlo.

Para desarrollar y mejorar nuestra sensibilidad ecuestre, es de crucial importancia que hagamos lo siguiente:

Encontrar cualquier fallo en un ejercicio y corregirlo lo antes posible.

Prevenir tensiones volviendo a ejercicios más sencillos al ver una situación forzada.

Diferenciar un momento de alegría de una indisciplina por parte del caballo.

No pedir a un caballo más de lo que puede dar en un momento determinado.

Algunos consejos

  • En definitiva y volviendo a la frase que originó este artículo, con cierto atrevimiento, yo agregaría unas palabras a lo dicho por Francois Baucher: “Manos sin que las piernas desaparezcan y piernas sin que las manos pierdan el contacto“. Debemos tener claro este concepto para no confundirnos o desorientar a jinetes/amazonas que pueden estar a nuestro cargo.
  • En el acoplamiento de las ayudas de impulsión y contención, las ayudas de impulsión siempre deben predominar.
  • Mediante unas manos demasiado duras y unas piernas muy débiles el caballo no puede remeter los posteriores. Por esto el jinete/amazona siempre debe montar hacia adelante, con impulsión.
  • Impulsión no es igual a velocidad. Los aires pueden ser lentos pero enérgicos. El caballo debe “pensar” hacia adelante.
  • Nunca se debe crear tanta impulsión que el jinete/amazona no la pueda controlar porque se tiende a tirar de las riendas lo cual destruye la impulsión y crea resistencia.
  • Saber usar nuestras manos, piernas y asiento le sirve a todo caballo y cualquier estilo de monta. Por ejemplo en el campo podemos correr mucho menos riesgo y por lo tanto más disfrute, si montamos correctamente a un caballo y lo vamos domando continua y progresivamente.
Referencias bibliográficas:

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