Entre las ayudas “artificiales” que tenemos en equitación, la fusta cumple un papel importante. Sabiendo utilizarla con la sutileza debida y en el momento oportuno, la fusta es una herramienta idónea de comunicación con el caballo.
Vamos a ver los principales tipos de fustas, en qué disciplinas ecuestres se emplean y fundamentalmente cómo deben usarse.
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Índice
ToggleTipos de fustas para caballo
Las fustas varían mucho especialmente en su tamaño. Las podemos usar para dar ciertas señales al caballo, tanto si estamos pie a tierra como montados. En la actualidad son muy flexibles y duraderas. Las más comunes en equitación son las que tienen un alma de fibra de vidrio recubierta de nylon trenzado. Poseen además un mango al inicio y una lengüeta en la punta, que pueden estar fabricados de goma, poliuretano o cuero.
Fusta de Salto y Cross Country
Su tamaño fluctúa entre 50 y 70 cm de largo. Contrario a lo que alguien pudiera imaginarse, la fusta no se aplica justo antes del salto. Es muy útil para mantener la atención del caballo durante todo el trabajo en pista.
Si un caballo rehúsa un obstáculo, no conviene castigar con la fusta. Para solucionar este tipo de problemas hay otras acciones que podemos realizar durante el entrenamiento, como recobrar la confianza del caballo bajando la altura del obstáculo o haciendo que siga a un caballo “confirmado”.
- Fusta de salto recomendada
Fusta de Adiestramiento y Alta Escuela
Esta fusta es más grande que la anterior, con un largo entre 90 y 120 cm. La idea es emplearla sin soltar la rienda sino únicamente con un giro de muñeca. Se usa como correctivo cuando el caballo no está atento a cualquier ejercicio nuevo. También se emplea pie a tierra tocando las patas del caballo en los ejercicios de alta escuela. En ese caso su dimensión es más grande para tener mayor alcance, generalmente se usa la fusta de 120 cm.
Fusta o tralla de trabajo
Su dimensión varía según el fabricante pero la más popular tiene un largo de 180 cm con un latiguillo o tralla de 200 cm. Activa al caballo cuando se lo trabaja a la cuerda. Existen también las desarmables y las telescópicas.
Cuando se aplica esta fusta para el Volteo suele ser un poco más larga llegando a tener un alcance hasta de 450 cm. (incluido fusta más latiguillo)
Fusta Vaquera
En el campo también ha sido habitual el uso de fustas, varas o látigos según la tradición del país o sector. Se usan cuando el jinete/amazona están montados.
La Vara Vaquera
Esta vara de origen natural se la obtiene de árboles con ramas muy flexibles y duraderas. Para la doma vaquera española tradicionalmente se la usa de unos 90-110 cm y se la sujeta con la mano derecha hacia arriba. Ya en concurso no se permite su uso en caballos adultos domados, es opcional en caballos jóvenes y es obligatoria en la monta “a la amazona” que la debe sostener con la mano derecha y sujeta hacia abajo.
Látigo Western o de Vaquería
En la monta tipo western o la vaquería latinoamericana, se usa mucho un latiguillo de cuero que suele estar unido a la rienda. Su largo aprox está en 120 cm y su uso es netamente para activar al caballo hacia adelante.
Fusta de Doma “Natural”
Se las utiliza pie a tierra y sirven especialmente para desensibilizar al potro y para enseñar ejercicios de doma “natural” y en “libertad”.
En norteamérica los “horsemanship” han popularizado la fusta de 120 cm con latiguillo desmontable de aprox. 150 cm.
En otras partes del mundo utilizan fustas de diferentes dimensiones para enseñar a los caballos ejercicios circenses.
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¿Cómo usar la fusta correctamente?
- Durante la monta, antes de corregir con la fusta podemos utilizar la ayuda de “la voz” para indicar al caballo que no ha realizado bien un movimiento o ejercicio. Por ejemplo para mantener un aire básico, primero daremos un “chasquido” con la lengua para que el caballo no cambie de aire por su propia cuenta. Si esto no ha dado resultado, entonces aplicaremos la fusta.
- La fusta se usa principalmente como correctivo en caballos jóvenes. Por ejemplo cuando pedimos avanzar a un caballo con la ayuda de nuestras piernas y éste no obedece, debemos dar un toque breve y seco con la fusta. El caballo reaccionará y estará más atento para un nuevo pedido de pierna. Así no tendremos que aplicar una pierna más fuerte ni tampoco usar espuelas para obtener el efecto deseado.
- La fusta sirve para llamar la atención del caballo. Su sola presencia puede hacer que el caballo esté más obediente y dispuesto. Habrá ocasiones que no topemos al caballo con la fusta, en ningún momento de la sesión de trabajo.
- En la doma, la fusta sirve también para mejorar la actividad de los posteriores. Esta debe ser aplicada justo detrás de la pantorrilla. Usarla en el flanco o detrás de la montura no tiene sentido ya que el caballo suele reaccionar levantando la grupa pero sin mejorar la actividad de los posteriores.
- En equitación clásica, debemos adquirir la habilidad necesaria para cambiar de mano la fusta. Siempre que sea posible, la llevaremos con la mano interior del ejercicio que estamos trabajando. Ojo, la mano interior es la que está hacia dentro de la incurvación del cuello del caballo y esto no siempre coincide con el interior del picadero.
- No utilizar la fusta cuando estemos enfadados. Ocasionalmente un caballo puede hacernos perder la paciencia. Es entonces cuando debemos tratar de tranquilizar nuestro ánimo y evitar castigar al caballo. Necesitamos informarnos de cómo funciona el cerebro del caballo para poder actuar de la manera más correcta y eficiente. El caballo debe reaccionar con respeto, pero no con miedo a la ayuda de la fusta.
Referencias bibliográficas:
- The British Horse Society (2005). “Manual de equitación”
- Federación ecuestre alemana (2005). “Principios de la equitación”
- www.curtisur.es (2017) “Tipos de fusta”
- Julia García Ráfols (2008) “La doma vaquera”