Las heridas e inflamaciones por golpes en patas de caballos suelen ser muy frecuentes. En esta artículo consideraremos los problemas que se pueden presentar en toda la extremidad del caballo excepto en el área del casco. A esta zona le hemos dedicado un artículo aparte.
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Vamos a abordar este tema desde dos puntos de vista: la prevención y la curación.
La prevención: Cómo evitar heridas, inflamaciones y lesiones por golpes en patas de caballos
En cualquier disciplina ecuestre es posible que un caballo reciba un golpe en alguna de sus extremidades. Los puntos más susceptibles son rodillas, tendones, menudillos y cascos.
Para prevenir este tipo de situaciones, podemos utilizar algunos implementos como: vendas de trabajo, protectores de tendón y menudillo y campanas para cascos. También existen las rodilleras, que se utilizan con menor frecuencia y que suelen ser muy ligeras para no entorpecer los movimientos del caballo.
Durante el transporte también pueden suceder golpes o heridas. En este caso se utilizan protectores especiales que cubren gran parte de cada extremidad.
El momento adecuado para colocar protectores es cuando inicia el amanse o desbrave de un potro. Es entonces cuando pueden aparecer signos de falta de coordinación y toparse con sus propias extremidades. El trabajo que se realiza tanto pie a tierra como montado es totalmente nuevo para un caballo joven por lo que hay mayor riesgo de golpes en sus patas.
Durante el entrenamiento de un caballo domado, en disciplinas como la doma clásica o la doma vaquera, es usual realizar nuevos ejercicios que impliquen riesgo para sus extremidades.
En modalidades deportivas como el salto de obstáculos, el polo o el cross-country el riesgo es aún mayor.
También hay que considerar que un caballo puede tener algún tipo de problema en sus patas traseras o delanteras simplemente permaneciendo en su box o pastando con sus congéneres en el potrero o paddock. Para prevenir estos casos debemos cuidar que no existan elementos punzantes que los puedan lastimar.
Libros recomendados:
La curación
Antes de nada diremos que lo mejor es contar con la atención de un veterinario calificado. Sin embargo hay ciertas cosas que debemos conocer en caso de tener que actuar nosotros mismos para minimizar el problema en caso de golpes en patas de caballos.
Cómo curar heridas de caballos en las patas
- La mejor manera de limpiar una herida es con agua. Nunca aplicar una manguera a presión a una herida grande porque hará que la suciedad penetre aún más. Se puede usar un aerosol que pueda rellenarse ( como los utilizados en peluquerías o jardinería). Es preferible utilizar agua hervida que ha enfriado o agua salina.
- Se puede utilizar un antiséptico como una solución de yodo o la clorhexidina. Suele emplearse el alcohol etílico, pero no debería usarse con este fín porque es muy irritante y en contacto con materia orgánica podría coagular las proteinas facilitando así la supervivencia de algunas bacterias. No se debe utilizar desinfectantes como el formaldehído, el glutaraldehído o el hipoclorito sódico.
- Limpiar la herida con una esponja desde el interior hacia el exterior
- Aplicar un medicamento cicatrizante. En el mercado hay presentaciones en pomada o en aerosol que además tienen propiedades antisépticas y repelentes.
- Si la herida no ha requerido ser suturada (a criterio del veterinario), el proceso de limpieza debería repetirse a diario durante 3-4 días.
- El veterinario realizará el respectivo tratamiento con medicamentos orales o intravenosos, de ser necesario.
Cicatrizante casero para caballos
Una alternativa de conocimiento popular para acelerar el proceso de cicatrización de una herida es el uso de la miel o el azúcar.
Nosotros en nuestro criadero hemos probado utilizando yodo con azúcar impalpable de tal forma que se haga una pasta. Aplicándola si es necesario a día seguido, durante una semana. Esta opción nos ha dado muy buenos resultados.
Cómo bajar la inflamación de un caballo, por golpes en sus patas
- En este caso si se puede aplicar agua limpia y fría con una manguera para reducir la hinchazón, si la hubiera.
- Si hay presencia de sangre se puede utilizar un antiséptico como la povidona yodada o la clorhexidina.
- Los golpes generalmente producen inflamaciones que requerirán la aplicación de una pomada o gel desinflamante. Además si el veterinario considera necesario se suministrará algún antiinflamatorio oral o inyectable.
- El proceso de curación deberá prolongarse a diario durante una semana o hasta la eliminación de la hinchazón. A mi me ha dado muy buen resultado aplicar hielo cada día durante aproximadamente 30 minutos. Para esto he empleado una funda impermeable y un aislante térmico para evitar irritaciones en la piel. La fijación puede hacerse por medio de una venda de trabajo. Existen en el mercado polainas especiales para este tratamiento con hielo. Por otro lado también se puede realizar terapias de calor, un buen producto que nos ayuda en ese sentido son las Back on Track Quick Royal que incluyen en su interior un polvo cerámico que refleja el calor corporal del caballo.
- Si el golpe ha sido muy fuerte y el caballo no asienta la extremidad hay que realizar una ecografía o radiografía para descartar rotura de fibras o huesos fisurados.
Referencias bibliográficas:
- Colin Vogel (2004). “La salud del caballo“
- Jo Bird (2004). “Cuidado natural del caballo”
- www.elsevier.es “Antisépticos y desinfectantes”
